La oportunidad







10/10/1971.Plaza de Toros de Madrid.Seis novillos de Garcia Romero Hermanos, de Jerez de la Frontera, para Jaime Alonso "El Parleño", Pascual Mezquita y Manolo Rubio, nuevo en esta plaza.



Los novillos presentaron una lámina muy pareja, tuvieron unas cabezas muy cómodas y dieron un aceptable juego.Acusaron blandura de manos, algunos pasaron al siguiente tercio con una sola vara; los de mayor solidez aguantaron el hierro hasta dos veces, saliendo quebrantados del castigo.El tercer, por ejemplo, se acostó en tres ocasiones durante la faena de muleta.El último acudió por tres veces a la cita y se marchó al sentir los picotazos con feo estilo mansurrón.



En primer lugar se concedía una oportunidad a Jaime Alonso" El Parleño", que en su primer novillo mató de una estocada un tanto baja y oyó palmas, y el segundo de su lote pinchazo hondo y descabello y escucho muestras de desagrado.



Más entonado encontramos a Pascual Mezquita, que recibió a su primero con tres largas cambiadas de rodillas, en terreno corto de muy aceptable ejecución.También fueron mertorias algunas verónicas sueltas y el remate , cargando la suerte.Tiene Mezquita buenas maneras también con la muleta.Empezó la faena de rodillas, por alto, y continuó luego con la derecha.Algunos redondos resultaron brillantes porque el torero corría la mano y el novillo seguía bien el engaño.Los naturales fueron más cortitos.Se adornó valientemente.A la hora de matar, sin embargo, le flaqueó el ánimo.Pinchó dos veces , echándose fuera y clavó luego una estocada contraria.Descabelló al tercer golpe y a favor del ambiente propicio dio la vuelta al anillo.En el quinto, que buscaba por el lado derecho, estuvo compuestito, breve y valentón.Mató mal, y el público silenció su labor.



Manolo Rubio en su primer novillo, lo mató de un pinchazo y media corta, y en el sexto de la tarde, estocada delantera y tendida.



En fin, la oportunidad fue bien aprovechada por Mezquita, al que, sin embargo , le falta decisión a la hora de matar.Si corrige ese defecto puede ir a más.

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