Inaguración de la temporada en la Monumental de Barcelona

TRIUNFARON LOS TRES NOVILLEROS:PASCUAL MEZQUITA, "EL NIÑO DE LA CAPEA" Y JULIO BOBLES.
Resultó muy entretenida la función inagural celebrada el domingo 14 de marzo de 1971, con la mitad de los graderíos ocupados.Al buen resultado contribuyeron la nobleza del encierro de don José Matías Bernados, los novillos bien presentados, algo estrechitos, se comportaron bien con los picadores, acusaron un punto de blandura, pero en general, fue una novillada con trapio y excelente juego.
Espadas:
Pascual Mezquita:vuelta tras aviso y oreja
Pedro Moya "El Niño de la Capea":vuelta y vuelta
Julio Robles:oreja y vuelta a hombros
Mezquita que vestia de grana y oro y debutaba en esta plaza saludó al novillo con dos largas cambiadas de rodillas, a las que empalmó una serie de verónicas cargando la suerte y con un buen juego de brazos.Eso motivó la primera ovación de la tarde.Inició muy bien la faena, por alto, pero el novillo descubrió su peligroso pitón derecho, certero en la busqueda y lo empitonó, salió revolcado, por fortuna sin daño .Percatado de ese defecto se echo la muleta a la zurda y ligó una serie de naturales, con un temple admirable, bordando la faena , alegrada por la banda, remató la serie con un bonito farol. Se emborrachó con su labor, alargando en exceso la faena.Mató de una gran estocada, hasta la badana, y dos descabellos.Se le aplaudió y dio la vuelta al ruedo.
Al cuarto de la tarde, cornivuelto y de bonita estampa, lo recibió con unas meritórias verónicas, abrochando los lances con media.Mezquita llevó adelante una labor de mucho valor y arte.La inició en las tablas del 8 , ambas rodillas en la arena.Y siguió de hinojos, toreando por alto, en cinco pases temerarios.Caldeando el ambiente hilvanó una tanda de naturales, llevando al novillo prendido al milimetro de la flámula, rematando la serie con un pase de pecho.Se alejó y citó con la muleta plegada, que extendió al meter el novillo la cabeza, para lograr un estupendo natural, ligando los pases con la misma factura escuchando la música.Empleó luego la mano derecha, toreando por alto y por bajo muy tranquilo, con mando y mucho temple.Al realizar, de rodillas, un afarolado sufrió un revolcón, lo que no le quitó arrestos para seguir apretándose en unas estáticas giraldillas. Hizo una faena completa, ligada, artística, corriendo muy bien la mano dando hondura en cada pase.Toda limpia, suave, sin que el novillo tocara la muleta.Metió la espada, con ganas, en dos ocasiones, quedándole atravesada.Flamearon los pañuelos, se le concedió una oreja y dio una vuelta al ruedo.

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